"Llena de vida - ES MEDICINA"
El agua de mar tiene cualidades terapéuticas muy beneficiosas para el hombre que eran conocidas ya en la Antigua Grecia. Siguiendo la máxima de Eurípides: “El mar cura todos los males de los hombres”, médicos y científicos de todo el mundo han recetado el uso de Agua de Mar a sus pacientes para diversos tipos de dolencias.]
A principios del siglo XX René Quinton tuvo un gran éxito sanando todo tipo de enfermedades mediante la utilización de agua de mar, recolectada y almacenada bajo unas condiciones físicas determinadas.
Básicamente, postuló que la vida se originó en el mar, y que cada cuerpo humano es como un pequeño océano en el que flotan las células. Si este océano interior mantiene sus condiciones físicas (es decir, su ph, salinidad, temperatura, etc…) similares a las primigenias, el conjunto del cuerpo se mantiene en un estado de equilibrio natural, que es lo que llamamos salud. Y al contrario, si se presenta una carencia o un desequilibrio en estos factores, se dificulta (o llega a impedirse) el funcionamiento normal del conjunto del organismo, que es el estado que llamamos enfermedad.
El método de trabajo de Quinton se basaba en recolectar agua marina a una profundidad determinada, para así garantizar que el plancton y los microorganismos la hubieran pre-digerido y transformado en plasma biológico.
Este agua-plasma se filtra en frío para eliminar posibles impurezas (no se calienta, para que no pierda sus propiedades vitales). A continuación se le añade agua destilada hasta rebajar su salinidad al nivel de la sangre humana, ya que Quinton pensaba que el mar primigenio donde se originó la Vida tenía menos concentración de sal que el promedio de los océanos actuales. Finalmente, el plasma isotónico así obtenido se almacena en recipientes de cristal sin partes metálicas y sin ningún tipo de aditivos ni conservantes.
Los primeros experimentos de Quinton con animales ( que mal que está la experimentación con animales !!!! ) demostraron que se puede sustituir toda la sangre del cuerpo por plasma isotónico. El animal( un mártir como tantos) no sólo sobrevive a la operación, sino que muestra más vitalidad, salud y vigor que nunca.
El plasma isotónico es la única substancia conocida, aparte de la sangre, en la que pueden vivir los glóbulos blancos. La industria lleva décadas produciendo sueros artificiales, que ni de lejos se han podido aproximar al nivel de eficacia de este plasma natural.
Las teorías de Quinton nos daban una visión del origen humano y de la salud basadas en la Vida y en el equilibrio holístico. En cambio la Teoría de la Evolución atribuida a Darwin y la Teoría de los Gérmenes de Pasteur (que en aquellos años competían intelectualmente en igualdad con las ideas de Quinton) se centraban en la competividad, en la lucha, el desequilibrio y la Muerte. El plasma de Quinton fortalecía el organismo en su conjunto. El suero de Pasteur (las vacunas) intentaba aniquilar un tipo de microorganismo concreto declarado enemigo, era específico y por tanto no servía para destruir otro microbio diferente (ni las fantasiosas “mutaciones” derivadas del supuesto enemigo).
Pronto el plasma de Quinton curó un gran número de enfermedades que se habían creído incurables, y que la medicina de su tiempo y las técnicas de Pasteur simplemente no sabían ni podían tratar. Todos los casos se solucionaron con pleno éxito. A su muerte, Quinton estaba considerado en todo el mundo como un gran benefactor de la Humanidad, y fue homenajeado por un gran número de Jefes de Estado, por militares, médicos, intelectuales, etc.
MÚLTIPLES VENTAJAS
El autor de esta publicación, Mariano Arnal, quiere romper con el mito que el agua de mar no se puede beber pero va más allá y destaca sus excelentes propiedades y defiende su uso habitual como forma para mejorar nuestra calidad de vida. El agua marina, según explica el libro, tiene un valor único ya que tomándola facilitamos al cuerpo todos los elementos de la tabla periódica, lo cual no se puede conseguir con ningún otro alimento o bebida.
El libro explica algunas de las propiedades del agua que mencionamos someramente (se puede profundizar sobre ellas en el libro): alcalinizador del medio interno (si tenemos un pH alcalino será más difícil que desarrollemos enfermedades), regulador del medio interno, nutriente celular, reconstituyente, dentrífico y colutorio, laxante, purgante, desinfectante y cicatrizante para infecciones de boca, estomacal y neutralizador de la acidez de estómago. Además, tomada antes de comer calma el apetito, lo cual la hace apropiada para perder peso.
SÍ SE PUEDE BEBER
Arnal quiere romper con el mito que una persona no puede vivir más de 3 días bebiendo exclusivamente agua de mar y explica una experiencia en la que él y unos compañeros hicieron en Fuerteventura. Un grupo de ellos afrontó el reto de ser náufragos voluntarios y sobrevivir tomando únicamente agua. El experimento fue un éxito.
Luego, ¿por qué hay náufragos que mueren al tomar agua? La respuesta es porque no se la beben adecuadamente.
El agua tiene una concentración de sales de 36 gramos de sal por litro de agua cuando nuestro medio interno tiene 9 gramos por litro. Si nos la tomamos tal cual, nuestra concentración de sal sube tanto que los tejidos del cuerpo deben liberar agua para que la proporción de sales del agua que hemos tomado vuelva a ser de 9 gramos por litro. Y eso conduce a diarreas y a la deshidratación. La solución en el experimento fue tomar una cucharada de agua de mar cada 20 minutos, bebiéndola muy despacio y dejando que la saliva reduciera la salinidad del agua ingerida.
¿CÓMO BEBERLA EN EL DÍA A DÍA?
Y llegamos al quid de la cuestión: ¿cómo tomar el agua? Una forma, aunque no muy práctica en la vida cotidiana, es la que acabamos de mencionar. Otra manera más cómoda que explica el libro es beberla de forma isotónica. Eso se puede hacer rebajando agua de mar con agua dulce o bien añadiendo agua de mar al agua dulce.
Si tenemos en cuenta que la cantidad de sales recomendadas diariamente es de unos 9 gramos al día y partiendo de la base que el agua de mar tiene 36 gramos de sales por litro, la cantidad a tomar que recomienda Mariano Arnal es de un cuarto de litro de agua de mar al día mezclada con agua, zumos u otro tipo de bebida en una proporción de una parte de agua de mar por tres partes de la otra bebida.
PRECAUCIONES PREVIAS
El autor aconseja tomar tres precauciones antes de hacer el paso. La primera es comprobar que no somos intolerantes al agua de mar tomando pequeñas cantidades para verificar que sienta bien. La segunda es calcular la cantidad y frecuencia de bebida ya que hay gente que es más propensa que otra a tener diarrea al beber agua de mar. La tercera es hacer mezclas con zumos o bien con agua normal con unas gotas de limón. Este último truco es bueno para no aborrecer el agua de mar antes de habernos habituado a beberla.
Todo esto dando por supuesto que no sufrimos ninguna enfermedad en la que la ingesta de sal sea contraproducente.
OTRAS FORMAS DE TOMARLA
Si no se quiere llegar a ese extremo o como paso intermedio, el libro asegura que es bueno enriquecer el agua normal aunque sea con un tapón por litro con lo que conseguimos una excelente agua mineral con más componentes que cualquier de las aguas de manantial.
Hay otras formas de tomar la sal para finalidades más concretas. Por ejemplo, se puede tomar hipertónica (sin diluir) y en cantidad abundante si queremos que actúe como laxante o purgante. Y podemos ingerirla igualmente hipertónica pero en pequeños sorbos como desinfectante bucal, dentrífico o colutorio.
SAL LÍQUIDA PARA LA COCINA
Otro uso muy apropiado del agua de mar es en la cocina. El autor es contrario a la sal de cocina convencional ya que, según explica, debido a los intereses industriales, es una sal muerta que sólo tiene cloruro de sodio y, en los mejores de los casos, yodo. Esta sal empobrecida nos priva de los muchos elementos beneficiosos del agua del mar por lo que usarla proporciona un gran enriquecimiento de nuestra dieta.
A modo de atención, el libro alerta de la gran cantidad de sal que la industria añade a los alimentos que ya de por sí sola supera la capacidad que tienen los riñones para asimilarla y aboga por un uso más racional de la sal en la industria alimentaria y un control de los alimentos que tomamos.
En definitiva, “Cómo beber agua de mar” es una buena guía práctica para aquellos que quieran hacer el paso e incorporar el agua de mar en su dieta diaria o para usarla puntualmente y aprovechar sus propiedades.
Mariano Arnal