DÍ QUE SI



La mayoría del tiempo ocupamos nuestros pensamientos con las cosas que más tememos, con la consecuencia de atraer justamente estas cosas.

¿Cuantas veces has pensado...¡Espero NO ponerme enferma para la cena del sábado porque no me la quiero perder! Y justamente enfermas y te la pierdas?

¿Alguna vez has echado a perder completamente un jersey nuevo la primera vez que te lo pusiste? Y justo cuando estabas pensando... ¡NO quiero ensuciar este jersey tan bonito!

¿Cuántas veces de pequeño, mientras hacías algo de lo que no querías que se enterasen tus padres, pensabas ¡Me van a pillar! y justo en ese momento aparecía uno de tus padres?

Durante casi un año mi fíat punto se estropeaba día si, día también,hasta que finalmente opté por darle el retiro al hacerlo culpable por su avanzada edad. Luego descubriría que no se trataba de él sino de mi. Cada vez que me subía al coche mi pensamiento era ¡Espero que hoy NO te estropees! Y justamente eso era lo que ocurría.

Cuando pensamos: NO quiero que "X" cosa ocurra, nos dirigiremos inevitablemente hacia ella. Y es que nuestra mente no puedo desplazarse en sentido negativo con respecto a las cosas, no entiende de dualidades, de bien-mal, bueno-malo,etc. Simplemente nos hace movernos hacia ellas. 

Seguramente alguna vez hayas pensado ¡NO quiero ver a "X" persona! y justo sales de tu casa y es la primera con la que te cruzas; o vas al supermercado pensando ¡Que prisa tengo, NO puedo entretenerme! y te toca la cajera nueva y la cola mas larga.
Este mismo principio mental se manifiesta en la pobreza y en la mala salud. Si no paramos de comentar, pensar y leer acerca de "cosas malas", gravitaremos subconscientemente hacia ellas.

La gente exitosa se desplaza hacia el éxito, hablando y pensando de éxito. Los "fracasados" tratan de escapar del fracaso hablando y pensando en fracasos. El  principio mental más importante que puede transformar a los perdedores en triunfadores es "concentrarse en lo que uno quiere" y dejar de pensar en lo que uno “no quiere”.

Sería absurdo ir a la tienda de la esquina y decir al dependiente " No quiero leche, no quiero mantequilla y no quiero queso" y suponer que regresásemos a casa con la misión cumplida. Bueno pues así es como vivimos, centrando nuestra atención (y poder) en lo que NO queremos.

El Universo no escucha la palabra “NO”, así es que cuando pienses ¡NO quiero un coche viejo! quítale el NO al mensaje que emites y entonces éste queda centrado y focalizado hacia lo que quieres: el coche viejo.

La mayoría de nosotros nos movemos por la vida quejándonos de lo que carecemos y hablando de lo que queremos evitar. En ocasiones, parece un concurso de a quién le ha pasado la peor cosa o quién es el que está en peor situación. Éste es un callejón sin salida, ¡tenemos que concentrarnos en lo que queremos! Cuando tememos perder a algo o a alguien, nos colocamos en la posición de perderlo. ¿Cuántas veces hemos escuchado por la tele que alguien ha sufrido frecuentes asaltos pese a tener sistemas de alarmas, cerrojos, cadenas, perros, etc.?

Del mismo modo ocurre en nuestras relaciones, cuando tememos perder el amor de alguien, de inmediato nos ponemos en peligro de perderlo. Y lo mismo ocurre en las relaciones de amistad o fraternales, cuanto mas queremos retener, mas distancia se abre entre los mismos. Sin duda, la moraleja es:

¡CONCÉNTRATE EN LO QUE TIENES Y DISFRÚTALO!

Enfoca tu atención en lo que deseas. Si dejas que tus temores te obsesionen, éstos te abrumarán. En realidad, el principio de atraer lo que se teme es hermoso. Implica el reto de enfrentar nuestro miedos y , mediante ello, superarlos y superarnos. ¿Cómo vamos a evolucionar si las cosas que tememos se alejan de nosotros? ¿Cómo nos desarrollaremos si nunca enfrentamos lo que nos atemoriza?

Cuando finalmente desarrollamos el valor necesario para enfrentar un problema, con frecuencia, éste desaparece. En cuanto reunimos el valor suficiente para realizar una difícil llamada de teléfono, suele ocurrir que, de pronto, ya no tenemos la necesidad de hacerla. Sufrimos semanas enteras pensando que tenemos que dar una noticia, y cuando finalmente la comunicamos ¡ resulta que ya no es noticia! Naturalmente, las cosas no siempre se presentan de esta manera, y en ocasiones es necesario enfrentar la situación con todas sus consecuencias.

Seguramente, alguna vez te has visto en la necesidad de hacer algo que te parecía realmente difícil y, sin embargo, en el momento de llevarlo a cabo te diste cuenta que no era ni la mitad de terrible de lo que parecía. ¿Cuántas veces has notado que pensar en una actividad que nos da miedo es mucho mas doloroso que llevarla a cabo?

LOS TEMORES DESAPARECEN AL ENFRENTARLOS

En cuanto al temor de perder algo, las leyes universales nos instan a mantenernos firmes. Si pensamos que cierta pérdida nos arruinará la vida, y nos obsesionamos con esta idea, ¡quizá las leyes universales nos demuestren que podemos vivir perfectamente sin aquello que tanto tememos perder! Si consideramos que la vida no tiene sentido sin nuestra pareja, probablemente tendrás que experimentar lo que se siente al vivir sólo. Por el contrario si tu actitud es : "Disfruto de mi pareja, pero puedo ser igualmente feliz sin ella" es de esperarse que la conservarás todo el tiempo que deseas. Las circunstancias nos ayudan a aprender y a fortalecernos.

DEBEMOS DISFRUTAR LO QUE TENEMOS Y VIVIR EL PRESENTE. TEMER LAS PÉRDIDAS NO ES VIVIR EN EL PRESENTE Y TENER PÉRDIDAS ES VIVIR EN EL FUTURO. TU PODER DE CREACIÓN SE CENTRA DONDE ENFOCAS TU ATENCIÓN, ASÍ PUES....

 ¡CÉNTRATE EN LO QUE DESEAS!

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